Los asistentes pueden "levantar la mano" para pedir la palabra; entonces, el anfitrión del Evento puede decidir convertirlos en Oradores. Al anular el silencio, das tu consentimiento a la grabación de audio. El Anfitrión puede volver a convertirlos en Oyentes cuando sea necesario. Ten en cuenta que los Oradores pueden silenciarse a sí mismos, pero no pueden volver a ser Oyentes a menos que el Anfitrión lo permita.